lunes, 15 de diciembre de 2014

SH

Fruta podrida, era eso no podía equivocarme. El hedor putrefacto que rondaba mis alrededores era de alguna fruta que no conseguía adivinar, pero a estas alturas ya no me importaba. Necesitaba salir con urgencia de aquel sitio que no  me dejaba respirar, aire, necesito un poco de aire.

Mirar alrededor con la esperanza de conseguir aquello que buscaba y no obtener resultado alguno solo me hacia mas infeliz. Era injusto hasta para mi, yo no merezco estar en está situación. 

DURAZNO.

En efecto, era durazno, no se me ocurre imaginar a que idiota sin sentido común se le ocurriría la brillante idea de mantener esta irracional cantidad de duraznos en el mismo sitio si no pretendía hacer uso de la misma. Había pensado que esto ya no me preocuparía, no entiendo porque sigo con lo mismo.

Sigo en la búsqueda incansable por una forma de salir de aquí o de por lo menos respirar aire puro, esto es intolerable... incluso para mi. Si lo analizo con detenimiento puedo dilucidar que por donde ingrese ya no puedo salir, de no haber sido por ese cascarrabias esto no habría pasado. No tengo mas opción, tengo que abrirme camino. Solo tengo que dejar de pensar en los duraznos.

Esto no será sencillo, nadie pensó que lo sería, solo estoy yo es obvio que nadie pudo haberlo pensado, solo yo. Perfecto, ya estoy empezando a pensar demasiado y esto hará que enloquezca, me acelere y comience a gritar, pero eso no es lo que queremos, verdad? No, lo que queremos es salir de esto, así que es mejor que comiences a caminar sin mirar atrás; aunque no hay mucho que mirar, ni siquiera logro ver hacia adelante.

Paso, espero, paso, espero, paso, paso, paso, okey... hasta ahora todo va bien, pero sigo sin ver nada, fácilmente estaría entrando a la boca de algún feroz animal sin saberlo, pero desde el punto de vista en el cual lo estoy pensando eso no me preocuparía pues no lo sabría sino hasta el momento de mi muerte que sería trágica y dolorosa. Este no es el mejor momento para pensar en sangre, desgarres, muerte... 

Lo acepto, voy a morir... ¿Por qué no quedarme acá a esperar que llegue el momento? ¿Por que simplemente---

¿Qué fue ese ruido? 

¿Me habrá escuchado alguien? ¿Cómo podrían? Estoy atrapado, no hay nadie acá, solo yo y mis pensamientos.

Es imposible que hubiese alguien adentro ya, igualmente no he hecho ruido, solo dentro de mi. No es posible que escucharan mis pensamientos, no en esta dimensión, no en este tiempo, no en estas circunstancias. Si sigo pensando esas cosas voy a enloquecer, de nuevo.

Otra vez.

El susurrante sonido que atraviesa el lugar es absorbente. Lo bueno, el olor del durazno desapareció, pero ahora lo extraño, prefiero vivir en la putrefacción del durazno que en este susurro que nunca termina.

Este ruido es ensordecedor, no logro entender de dónde proviene... ya he caminado unos cuantos metros y sigo sin conseguirlo. Ya no creo poder regresar, me quedaré acá sentado esperando por el rescate, es todo lo que puedo hacer.

Esperar solo, solo yo y mis pensamientos, yo, mis pensamientos y el silencio.


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